viernes, 9 de mayo de 2008

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página 196.

Los insectos.


A José María Cossio

Me están doliendo extraordinariamente los insectos,
porque no hay duda, estoydesconfiando de los insectos,
de tantas advertencias, de tantas patas, cabezas y esos ojos,
oh, sobre todo esos ojos
que no me permiten vigilar el espanto de las noches,
la terrible sequedad de las noches, cuando zumban los insectos,
de las noches de los insectos,
cuando de pronto dudo de los insectos, cuándo me pregunto ah, ¿es qué hay insectos?
cuando zumban y zumban y zumban los insectos,
cuando me duelen los insectos por toda el alma,
con tantas patas, con tantos ojos, con tantos mundo de mi vida
que me habían estado doliendo los insectos
cuando zumban, cuando vuelan , cuando se chupan el agua cuando...
¡ah! cuando los insectos.

Los insectos devoran la ceniza y me roen las noches,
porque salen de la tierra y de mi carne de insecto los insectos.
Disecados, disecados, ¡los insectos!
Eso: disecados los insectos que zumbaban, que comían, que roían, que se chapuzaban en el agua,
ah, cuando la creación , el día de la creación,
cuando roían las hojas de los insectos, de los árboles de los insectos,
y nadie, nadie veía a los insectos que roían, que roían el mundo,
el mundo de mi carne y la carne de los insectos,
los insectos del mundo de los insectos que roían.
Y estabana verdes y amarillos y de color de dátil, de color de tierra seca los insectos,
ocultos, sepultos, fuera de los insectos y dentro de mi carne,
dentro de los insectos y fuera de mi alma.
disfrazados de insectos.
Y con ojos que se reían, y con caras que se reían y patas
(y patas que no se reían), estaban los insectos metálicos
royendo, royendo y royendo mi alma que no zumbaba y que no roía,
royendo y zumbando mi alma, la pobre que no zumbaba,
eso no, pero que por fín roía (roía dulcemente),
royendo y royendo este mundo metálico y estos insectos
metálicos que me están royendo el mundo y mi alma,
que me están royendomi alma toda hecha de pequeños insectos metálicos
que me están royendo el mundo, mi alma, mi alma.
y, ah, los insectos,
y ah, los puñeteros insectos.

DÁMASO ALONSO